DESPUÉS DE LOS ATENTADOS EN PARÍS, LA RECONCILIACIÓN PROFUNDA ES NECESARIA
LA COMUNIDAD PARA EL DESARROLLO HUMANO, organismo social y cultural del Humanismo Universalista, repudia los atentados ocurridos en París los días 7, 8 y 9 de enero pasado. Ante esta situación, y considerando el riesgo potencial del nuevo “escenario de la barbarie” a nivel internacional, invitamos a reflexionar profundamente sobre los hechos de violencia producidos que nos posibilite elaborar una respuesta humanizadora y consciente como alternativa a la respuesta violenta, irracional y compulsiva que se está manifestando actualmente.
Lo sucedido en París, ha conmocionado a cientos de miles de personas en todo el mundo, especialmente en Europa, desencadenando una gran cantidad de testimonios de solidaridad y protesta. No solo por lo acontecido, que ya de por si es deplorable, sino también debido a que los medios de comunicación internacionales y ciertos gobiernos occidentales interesados están exacerbando a la opinión pública. Asociando el atentando terrorista a la categoría de atentado-universal contra los símbolos de la "Libertad, Igualdad y Fraternidad", y de los Derechos Humanos.
Prueba de esta exacerbación mal intencionada es que en esos días otras atrocidades fueron consumadas en Nigeria, en áreas como Baga y Doron Baga, por Boko Haram, con el consiguiente silencio de los medios de comunicación que una vez más utilizan "dos pesos y dos medidas" para ocultar la realidad de muerte y destrucción en otras aéreas poblacionales que no son de su interés. No sólo es la indiferencia absoluta de los medios de comunicación, sino también de los gobiernos y de las propias Naciones Unidas.
La Comunidad para el Desarrollo Humano pone el énfasis en el rol y responsabilidad de los medios de comunicación y de los gobiernos para informar a la opinión pública sin sesgos ni dobles medidas. Dando el mismo valor y la misma dignidad a todas las víctimas de este sistema mundial injusto, diciendo que antes de ser "Charlie", "Nous sommes tous des êtres humains "(todos somos seres humanos).
Aunque después de los atentados en París el presidente francés, François Hollande ha invitado a diferenciar entre los extremistas violentos y los musulmanes moderados, la información manipulada intencionalmente por los medios está dando lugar a una nueva "caza de brujas" en la cual ser musulmán o árabe se convierte en sinónimo de terrorismo y esto por supuesto fomenta sentimientos de xenofobia, de racismo y de odio entre la gente común ya que se ignora deliberadamente que por lo general las primeras víctimas son personas de religión musulmana.
Se están creando artificialmente las condiciones para un "choque de civilizaciones", para una "guerra religiosa" que tiene por objetivo favorecer a los bancos, la economía de guerra y a la industria de armas; ya que ellos son los únicos que pueden salir beneficiados con esta escalada de violencia y que continúan persiguiendo sus metas en la más absoluta falta de respeto por la vida humana.
La Comunidad para el Desarrollo Humano invita a reflexionar sobre la responsabilidad de los gobiernos en los países occidentales - y de los medios de comunicación - que, haciendo eco de la desinformación, se hacen cómplices y alimentan el clima de venganza ya exasperado por la crisis económica y social que está afectando al mundo entero. Son cómplices porque apuntan con una mirada deliberadamente "miope", olvidando hasta ahora, que tienen responsabilidades muy precisas sobre lo ocurrido el 11 de septiembre de 2001; responsabilidades que se remontan a los siglos anteriores, cuando persiguieron - y bajo nuevas formas todavía lo hacen - con sus propias políticas coloniales nefastas en Asia y África y en muchos de los países que son ahora presa de los terroristas. Durante siglos se han aprovechado de pueblos enteros sustrayéndoles riquezas y recursos naturales y han impedido que obtuvieran su libertad; la cual lograron solo acosta de enormes derramamientos de sangre.
Y de estas tierras llega la inmensa mayoría de los inmigrantes, con el legítimo derecho de vivir en mejores condiciones y que se trasladan justamente a aquellos antiguos imperios coloniales que, como Francia, no han sido capaces todavía, de crear una verdadera integración cultural y social de estas personas, confinándolas en los difíciles suburbios. En muchas ocasiones, como el antropólogo Farhad Khoskohavar también ha dicho definiéndolo "born again" (nacer de nuevo), los extranjeros que crecieron en los Países occidentales como Francia, se convierten en presa del fundamentalismo porque "piensan renacer de la des-socialización de la que se sienten víctimas."
Si bien el mismo presidente francés Hollande, ha afirmado que "El fundamentalismo islámico se alimenta de todas las contradicciones, de las pobrezas, de los conflictos no resueltos desde hace mucho tiempo". Creemos que en lo concreto, todavía falta de parte de los países occidentales, un análisis crítico y profundo de sus responsabilidades, así como una respuesta eficaz para salir de esta crítica situación mundial.
Desde hace mucho tiempo se ha desencadenado una espiral de violencia que sólo puede conducir a más violencia. Creemos que la única alternativa real para detener esta escalada es la No-violencia activa.
Es imperioso comenzar a instalar una nueva cultura basada en el rechazo a la violencia en todas sus formas, incluso las más veladas. Es necesario crear una nueva conciencia en los pueblos y educar a las nuevas generaciones en la no violencia. Este proceso es lento pero inexorable y es el único posible para salir del riesgo cada vez más tangible de un conflicto destructivo de características mundiales.
Creemos importante relanzar con fuerza una verdadera cultura de integración que no se base en la "asimilación" como la absorción pasiva del ''otro-distinto-de mí", sino en una integración real, en la que las diferentes culturas dialogan, conviven y no se aíslan mutuamente.
Es necesario que los países implementen una Política de Desarme partiendo del cumplimiento de los acuerdos internacionales actualmente vigentes.
Por último, ahora más que nunca, creemos necesaria la Reconciliación con el pasado histórico que aun pesa sobre el destino de muchos pueblos que durante siglos han sufrido y aún sufren la violencia y la opresión. Esta reconciliación debe involucrar a los llamados países opresores, los cuales con urgencia deben crear políticas reales de acogida é integración. Eliminando inmediatamente de sus malas prácticas geopolíticas internacionales el financiar y armar a diversos grupos terroristas y que, según sus cálculos e intereses, al día siguiente definen como enemigos. El problema del terrorismo no se resolverá nunca fomentando guerras que bajo la excusa de lucha contra el terrorismo terminan justificando y vehiculando otros intereses. Se resolverá cuando se esclarezcan las verdaderas motivaciones y las razones profundas del accionar intervencionista.
Silo (Mario Rodríguez Cobos), Guía, fundador del Humanismo Universalista, en un discurso en mayo de 2007, sobre la reconciliación, declaró: "La reconciliación no es olvidar, ni perdonar, es reconocer todo lo que ha sucedido y proponerse no tomar el mismo camino dos veces, pero estar dispuestos a reparar doblemente el daño producido."
Sólo a través de un proceso de Reconciliación, los países podrán dar impulso a una verdadera política exterior de Paz que salga del círculo vicioso de la violencia.
Enero 2015
Equipo de Coordinación Mundial
La Comunidad para el Desarrollo Humano